La Luna es un objeto celeste que siempre ha fascinado a la humanidad. Desde hace siglos, se han estudiado los efectos que tiene sobre nosotros, tanto en lo que respecta a la salud como a la belleza. En este artículo, nos centraremos en los beneficios (y también los retos) que la influencia de la Luna puede tener en nuestra vida cotidiana.
La Luna tiene una gran influencia sobre el agua, y esto incluye también el agua que forma parte de nuestro cuerpo. Al igual que los océanos y mares se ven afectados por las mareas, nuestro organismo también puede experimentar cambios en función de las fases lunares.
En la Luna Nueva, el satélite no es visible en el cielo nocturno. Según algunos estudios, en esta fase lunar podemos sentir más fatiga y cansancio. También se puede experimentar cierta inestabilidad emocional, debido a que la energía lunar es baja.
En el Cuarto Creciente, la Luna empieza a crecer hasta su punto máximo de luminosidad. En esta fase, es común que experimentemos mayor vitalidad y energía. Sin embargo, también puede aumentar el estrés y la ansiedad.
La fase de Luna Llena es la más luminosa y también la más impactante emocionalmente. Algunos estudios han demostrado que durante la Lluna Llena aumenta la agresividad, el insomnio y la irritabilidad. También se puede experimentar una mayor creatividad y apertura emocional.
El Cuarto Menguante es una fase de calma. En ella, la energía lunar se va retirando, lo que se ve reflejado en la naturaleza. Los días se hacen más cortos y el clima se va enfriando. En cuanto a nuestro organismo, podemos experimentar cierta falta de energía y predisposición a la introspección.
Además de su influencia en nuestro estado de ánimo y vitalidad, la Luna también afecta a la piel. Los ciclos lunares pueden ser una herramienta útil para cuidar nuestra piel de manera más efectiva.
En la Luna Nueva, la piel es más vulnerable y sensible. Los poros pueden verse obstruidos y esto puede dar lugar a brotes de acné. Es una fase ideal para hacer limpiezas de cutis o tratamientos detox.
En la fase de Cuarto Creciente, la actividad celular de la piel aumenta. Esto hace que sea ideal para potenciar la regeneración y la hidratación.
La fase de Luna Llena puede afectar a la retención de líquidos de nuestro cuerpo. Esto puede ser visible también en la piel, que puede verse hinchada o con falta de luminosidad. Asimismo, los rayos solares pueden ser más agresivos, lo que hace que sea necesaria una protección mayor.
En la fase de Cuarto Menguante, la piel se vuelve más resistente y fuerte. Es una fase ideal para hacer tratamientos antiarrugas y para potenciar la tonicidad de la piel. Además, es una fase en la que la piel está más protegida de las agresiones externas.
Así como la Luna afecta a la piel, también influye en nuestro cabello. Los distintos ciclos lunares pueden ser un buen aliado para cuidar nuestro cabello de forma más efectiva.
En la fase de Luna Nueva, el cabello puede estar más sensible. Esto puede dar lugar a una mayor caída del cabello debido a la debilidad del folículo piloso. Es una fase ideal para hacer fortalecer el cabello y también para prevenir problemas como la caspa y la dermatitis.
En la fase de Cuarto Creciente, el cabello tiene más tendencia a crecer. También es una fase en la que se puede ver fortalecido gracias a la mayor actividad celular.
La fase de Luna Llena es una fase de alta energía. Esto puede afectar al cabello, que tiende a ser más rebelde y difícil de manejar. También puede ser una fase en la que se intensifique la secreción sebácea, lo que puede dar lugar a un cabello más graso.
En la fase de Cuarto Menguante, el cabello puede sentirse más débil. Esto se debe a que la actividad celular se va frenando progresivamente. Por eso, es importante aprovechar esta fase para potenciar el volumen y la firmeza del cabello.
La Luna es toda una fuente de energía y al mismo tiempo, de retos. Saber aprovechar sus ciclos puede ser una ayuda para cuidar tanto nuestra salud como nuestra belleza. En este artículo, hemos repasado las distintas fases lunares, y cómo estas pueden afectar a nuestro cuerpo, piel y cabello. Confiamos en que estos consejos sean útiles para que puedas cuidar de ti mism@ de manera más consciente y efectiva.