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Calendario hebreo: significado y uso del calendario en la religión judía

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Introducción

Los calendarios son una forma práctica de medir el tiempo y planificar nuestras vidas. Los hay de diferentes tipos, algunos basados ​​en el sol y otros en la luna. Uno de los calendarios más antiguos y complejos es el calendario hebreo, utilizado por la religión judía. En este artículo, exploraremos el significado y el uso de este calendario.

Orígenes del calendario hebreo

El calendario hebreo es un calendario lunisolar, lo que significa que está basado en los movimientos de la luna y el sol. Se cree que los orígenes del calendario hebreo se remontan a la época de Moisés, un líder bíblico que fue llamado por Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto y recibir las tablas de la ley en el monte Sinaí. En aquellos tiempos, la observación de la luna era esencial para determinar los meses y festivales religiosos. El calendario hebreo original comenzaba con la luna nueva de Abib, el primer mes del año, que correspondía aproximadamente a fines de marzo o principios de abril. Sin embargo, después del exilio babilónico en el siglo VI a.C., los judíos adoptaron el calendario babilónico, que comenzaba con el mes de Nisán, el mes de la primavera, en lugar de Abib. Desde entonces, el calendario hebreo ha seguido su propia trayectoria, siendo modificado y ajustado de manera regular.

La estructura del calendario hebreo

El calendario hebreo se compone de 12 o 13 meses, cada uno con una duración de 29 o 30 días. Se agrega un mes adicional, llamado Adar II o Veadar, cada pocos años para sincronizar el calendario lunar con el solar. La estructura del calendario hebreo es muy compleja. Cada mes lunar comienza en la luna nueva y tiene un nombre hebreo único. Los meses son:
  • Tishrei
  • Jeshvan
  • Kislev
  • Tevet
  • Shevat
  • Adar
  • Nisán
  • Iyar
  • Siván
  • Tamuz
  • Av
  • Elul
Cada mes también tiene su propia festividad religiosa. Por ejemplo, Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío, se celebra en el primer día de Tishrei; Yom Kipur, el Día de la Expiación, se celebra en el décimo día de Tishrei; y Sucot, la Fiesta de las Cabañas, se celebra en el mes de Tishrei.

Fechas significativas en el calendario hebreo

Además de las festividades religiosas, el calendario hebreo también tiene otras fechas importantes:
  • El primer día de Rosh Jodesh (la luna nueva), que se celebra con oraciones y bendiciones especiales.
  • El séptimo día de Pésaj, que se dedica a leer la historia de la salida de Egipto.
  • El día 33 del Omer, que se celebra con música y bailes.
  • El día 40 del Omer, que se celebra con la lectura de las Diez Palabras (los Diez Mandamientos).
  • Shavuot, que se celebra 50 días después del segundo día de Pésaj y celebra la recepción de la Torá en el Monte Sinaí.
  • Tisha B'Av, un día de ayuno y luto que recuerda la destrucción del Primer y Segundo Templos de Jerusalén.

Significado religioso del calendario hebreo

El calendario hebreo es importante para la religión judía porque se utiliza para determinar las festividades religiosas y las lecciones semanales de la Torá que se leen en la sinagoga. Además, el calendario hebreo también tiene un gran valor simbólico y espiritual. Por ejemplo, la luna nueva en el inicio de cada mes representa la renovación y el comienzo de un nuevo ciclo. La celebración de las festividades religiosas en las fechas exactas del calendario demuestra la importancia de la obediencia a la ley de Dios y la conexión de los judíos con su historia y tradición. Además, el calendario hebreo es también una herramienta para mantener la unidad y la cohesión entre la comunidad judía. Las fechas festivas proporcionan una oportunidad para que los judíos se reúnan y celebren juntos, fortaleciendo su sentido de identidad y pertenencia.

Conclusiones

En resumen, el calendario hebreo es un calendario lunar solar utilizado por la religión judía. Aunque es complejo y se ha modificado regularmente durante su historia, el calendario hebreo es una herramienta esencial para la identidad y la cohesión de la comunidad judía. La observancia de las festividades religiosas según el calendario es un recordatorio constante de la ley y la tradición de Dios, y ofrece un sentido de pertenencia y unidad en la comunidad.